viernes, 22 de enero de 2010
"Periodistas, ¿o niños de papá?"
Interesante artículo de Jacobo G. García, de El Mundo, sobre el despliegue de periodistas en Haití a causa del terremoto. Que cada cual saque sus conclusiones.
jueves, 21 de enero de 2010
Buena, bonita y barata telebasura americana
Como suelo decir en numerosas ocasiones, en España todavía estamos lejos de alcanzar las cotas de bazofia enlatada que se ve en la televisión americana. Vale que aquí tenemos las norias, los sálvames, las patricias y los dec's, pero aún nos queda mucho trecho para ver las humillaciones en carne viva que salen en los programas estadounidenses, tranquilos.
Tranquilos... que aún tenemos tiempo.
Por ejemplo, uno de los programas más duros que he visto en la televisión se llama "The Jerry Springer Show" y, como ya expliqué en El Gato Ciempiés en su día, en este programa la gente acude básicamente a pegarse, a mostrar sus infidelidades y perversiones sexuales varias y, en el caso del público, a enseñar sus partes íntimas y participar activamente en el programa abucheando o aplaudiendo a los invitados que desfilan por este circo-matadero. ¿Bonito, no? No negaré que el interés que despierta hace que llegues a estar un buen rato enganchado (no sé si de la incredulidad o por puro morbo) pero hasta las sensibilidades más curtidas en el mundo de la telebasura, como creo que es mi caso, pueden llegar a sentir auténtica vergüenza ajena.
Dejo aquí un vídeo de muestra del programa. He intentado buscar uno que no fuera extremadamente soez ni violento, así que me he decidido por éste de líos de camas y cuernos, (¡todo un clásico, señores!) donde al menos no se pegan:
Tranquilos... que aún tenemos tiempo.
Por ejemplo, uno de los programas más duros que he visto en la televisión se llama "The Jerry Springer Show" y, como ya expliqué en El Gato Ciempiés en su día, en este programa la gente acude básicamente a pegarse, a mostrar sus infidelidades y perversiones sexuales varias y, en el caso del público, a enseñar sus partes íntimas y participar activamente en el programa abucheando o aplaudiendo a los invitados que desfilan por este circo-matadero. ¿Bonito, no? No negaré que el interés que despierta hace que llegues a estar un buen rato enganchado (no sé si de la incredulidad o por puro morbo) pero hasta las sensibilidades más curtidas en el mundo de la telebasura, como creo que es mi caso, pueden llegar a sentir auténtica vergüenza ajena.
Dejo aquí un vídeo de muestra del programa. He intentado buscar uno que no fuera extremadamente soez ni violento, así que me he decidido por éste de líos de camas y cuernos, (¡todo un clásico, señores!) donde al menos no se pegan:
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